Los primeros coches se compraron al fabricante de Liverpool, Julius G. Neville. Esta firma, con delegación en Barcelona, no construía material móvil, sino que era un simple intermediario. Uno de sus representados era la casa Falcon Engine & Car Works, de Loughorough. Por tanto los primeros coches cerrados pertenecían a este fabricante. A partir del año 1892 la compra de material se realizó directamente a la fábrica.

En el año 1893 se cambia de proveedor y los coches se adquieren a The Brush & Co.

Los coches cerrados estaban construídos en madera pintada de blanco, con 2 ejes y unas dimensiones de 4 m de largo por 2 de ancho. Estaban dotados de freno de husillo y, la disposición de los asientos interiores era de 2 filas longitudinales de 8 plazas cada una. Las plataformas eran abiertas lo que permitía una capacidad total de 32 personas.

La Cia. de tranviás utilizo dos tipos de jardineras, las grandes y las pequeñas.

Al igual que los coches cerrados las jardineras estaban, también, construídas en madera pintada de blanco. Los laterales tenía unos cortinajes que se podían desplazar a voluntad del usuario. Disponían de 6 filas de asientos colocados transversalmente y, cuyos respaldos se podía orientar según el sentido de la marcha. Tenían una capacidad para 24 personas sentadas y 10 en las plataformas. Su longitud sin topes era de 5,5 m, altura sobre el raíl de 2,84 m y su ancho máximo 2 m.

En el año de 1902 se adquirieron 5 jardineras a la Cia. del Tranvía de Barcelona a Badalona. Estas eran más pequeñas que las que poseía la Cia. ya que disponían de una fila menos de asientos.